“Entender”. Ese término en realidad es muy potente. “Te
entiendo” puede significar devolver a alguien la vitalidad, regalarle
tranquilidad, quitarle ese peso que lleva en la espalda. “Yo te entiendo”. Es
un refuerzo, un hogar, unos brazos en los que caer. Y por el contrario, “no te
entiendo”,es esa expresión que se asemeja a una daga en el alma. Te invade el
sentimiento de incomprensión, te hace sentir en cierto modo un poco extraño,
desconfiado. “Entender” o “no entender” algo puede ocasionar un desenlace con
más fuerza de la que probablemente imaginamos.
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