domingo, 2 de diciembre de 2018

Hoy es un buen día.


Es ese día que no pasa gran cosa pero que por un instante te sientas, desayunas tu café con leche (sin lactosa) y meditas. Respiras, suspiras y piensas en ti, en tu alrededor y tus problemas. Y empiezas a mover hilos. Miras tu vida, representémosla como un tapiz que está siendo construido y ves dónde te atascaste. No entiendo demasiado sobre la producción de textiles, pero diría que cuando ocurre uno (o varios) enredo/s, has de coger una especie de peine o algo así y desenredar, lo arreglas, lo pones en orden y sigues tejiendo. Tu tapiz sigue avanzando y te sientes orgullose de haber conseguido superar ese enredo que te ha dado problemas, y, poco a poco, tejes con calma de nuevo.

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