lunes, 29 de abril de 2024

La cita

 Irina estaba nerviosa. Pero no era del tipo de cuando estás a punto de hacer un examen y sientes el miedo calando en todo tu cuerpo, de ese no. Irina estaba nerviosa de excitación, y eso su cama, presa de todas las prendas de ropa que la invadían tras haber sido probadas por la chica para ver cual era la elegida, podía corroborarlo. También podía corroborarlo el espejo del baño que durante dos horas había vislumbrado el reflejo del esfuerzo en hacer algo digno con su pelo. La elección habían sido unos tirabuzones interminables en esa cabellera castaña con mechas rubias. Sus labios brillaban con el intenso pintalabios. Sus mejillas lucían rojizas y sus ojos también habían sido un lienzo trabajado. Una vez lista, cogió su espejo de bolso, lo metió en éste y salió. No paraba de mirar con insistencia su reloj de muñeca en la puerta de casa. Sentía una adictiva sensación de vértigo. La emoción de alegría la desbordaba. Derrochaba euforia por cada poro de su piel. A lo lejos vio el coche de él. En su cabeza había soñado con miles de primeras citas con él, y por fin, ya no era solo un sueño.Por fin la cita más básica, estándar y deseada estaba ocurriendo. Un poco simple cena que para ella lo significaba todo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario